Y SE FUE EL CABE

Fue una velada de múltiples capas. La gala de expulsión de anoche de Gran Hermano, además de marcarle la salida de la casa a Cristian Y, también mostró la fragmentación cada vez mayor del grupo, el talento de los chicos para los musicales y, para rematarla, pruebas de que algunos juegos coquetean con extremos algo mórbidos. Pero lo más urgente fue la expulsión del "Cabe", con casi el 50% de los votos, perdiendo frente a Cristian U. En este caso también jugaron Juan Pablo y Alejandro, pero la hora de la verdad lo tuvo nuevamente como vencedor al paseador de perros. No importa cómo vengan, de a uno o en grupo, Cristian U los cepilla a todos y parece haberle encontrado la vuelta al juego. Pero sólo por ahora (aunque todo esto cada vez más tiene un tufillo a definitivo). Al lado de esta tendencia cada vez más cimentada, poco importa la pelea casi a muerte entre Emiliano y Gisele, las coreografías de Glee a cargo de los chicos y el juego de la asfixia que Emanue le practicó a Luz y que terminó con una advertencia de nunca volver a hacer ese tipo de actividades. Pero como dije antes, ¿qué importa todo eso frente al coronamiento de la Mole Moli de Gran Hermano? A esta hora, sólo puedo sacar dos conlusiones: primero, que voy a tener que consolarme por ver quién sale segundo (o primero de los últimos). Y segundo, que así como está dado hoy el juego, tiene pinta de convertirse en más aburrido que partido en diferido.