A plena marcha y con todos los motores engranando, la travesía de Gran Hermano sigue. Apenas cuatro semanas han transcurrido y este domingo ya hubo cuatro participantes en placa: Leandro, Juan Pablo, Pamela y Cristián U. Y acá ya nos encontramos con un plato fuerte anticipado. Uno de los rebeldes enojado por la sanción por la comida frente al paseador de perros, el hombre que hace poco fue tapa de todos los diarios por su posible detención y que siempre parece tener una ficha lista para jugar. Jorge Rial lo llamó una guerra de personalidades y así pareció sentirse dentro de la casa, con preferencias marcadas para cada uno de los involucrados. Leandro, el chico que quería la plata para construirse una casa con su novia resultó el elegido por la gente para dejar el juego con el 49% de los votos, mientras que Cristián U se consolidó con este espaldarazo del público, al menos a primera vista. Fue un programa bastante variado, desde un baile hot de Tamara y más besos entre Jonatan y Gisele hasta el escalamiento de la pelea entre Emiliano y Alejandro, que parece irse quedándose más aislado del grupo de los hombres conforme pasa el tiempo. En las conversaciones masculinas no sale muy bien parado y hasta lo tratan de intrascendente (Cristián Y, el hombre devoto del gimnasio, mientras lo veía dormir sobre una de las reposeras, comentó que parecía "un trapo más"). Tan seguro como el calor y la humedad, las tensiones del encierro seguramente continuarán limando esos bellos cerebros cero kilómetro, pero con un estado físico impecable.
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